A veces no somos conscientes de la importancia de la limpieza en nuestra comunidad de vecinos. Cuando entramos o salimos del portal, subimos o bajamos las escaleras de nuestro edificio o cogemos el ascensor, nos gusta ver todo limpio. Pero no nos damos cuenta del gran trabajo de limpieza que hay detrás.
Una adecuada limpieza de comunidades comienza por evitar la acumulación de los inevitables residuos y basuras en las zonas de mayor afluencia. Es por ello que una de nuestras principales preocupaciones es el barrido de estas zonas. Son estas zonas comunes las que marcan la diferencia, las que nos indican en qué tipo de comunidad acabamos de entrar o vivimos. Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.
Las zonas comunes, piscinas, jardines, etc., también son muy importantes si vivimos en una urbanización, ya que queremos dar una imagen del lugar del que vivimos que sea buena, y sobre todo, higiénica.
Pero no basta con la limpieza en las comunidades, sino que después de efectuar la limpieza con productos específicos, es necesario realizar otros servicios como puede ser el abrillantado de suelos, el encerado, la limpieza de todos los cristales que tiene nuestra comunidad, tanto por el interior como el exterior, la limpieza de cortinas en zonas comunes o moquetas si existen a la entrada de nuestra comunidad…
Es muy importante que todas las zonas queden perfectamente desinfectadas. Para ello, disponemos de tres tipos de servicios: limpieza periódica de mantenimiento, limpieza extraordinaria, que es la que se realiza después de algún evento o situación no frecuente, como puede ser una mudanza o una reunión de vecinos…
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